Molesto e indignado se manifestó el diputado RN por el distrito 20, Leonidas Romero, al enterarse de que en medio de la crisis sanitaria por el COVID-19 que afecta al país, y cuando la mayoría de las familias y trabajadores de Chile sufren las consecuencias que esto trae diariamente, alrededor de trece altos ejecutivos de ENAP se habrían repartido casi más de 500 millones de pesos acogidos al bono de retención de talentos que la empresa estatal cancela cada tres años, que fue una medida impuesta por la nefasta administración de Marcelo Tokman y que al parecer esta administración, liderada por la presidenta del Directorio, Loreto Silva; y el gerente general, Andrés Roccatagliata; mantuvo, a pesar de los pésimos resultados de la refinadora.
Pero el malestar continúa, señala Leonidas Romero, pues se hizo público en el diario El Mercurio del día domingo 26 del presente mes, que ENAP estima en un impacto negativo cercano a los 30 millones de dólares la compra de un sobre stock de Diesel que realizaron, a un valor que no tiene justificación por la sobreoferta que existía a nivel mundial en medio de la pandemia. Diesel que hasta el día de hoy ENAP no puede descargar y procesar, y por el que debe pagar diariamente miles de dólares para mantenerlo en los barcos que se encuentran a la gira en distintas bahías del país.
Para rematar esta serie de nefastas medidas adoptadas por la actual administración, se toma conocimiento de que la empresa empezó a pagar hoy, montos cercanos a los ocho millones de pesos a los trabajadores, producto del bono de término de negociación colectiva, la cual se anticipó, sin justificación alguna y en contra de la voluntad de los propios trabajadores. “Hoy el país necesita solidaridad y responsabilidad de nuestros ejecutivos y claramente quienes están a cargo de ENAP no dan el ancho. Si tenemos que pagar 500 millones para retener talentos que lo único que han hecho es perder plata en la empresa, mejor que se vayan”, sostuvo el parlamentario.
No debemos olvidar, que en esta pandemia, el Estado se encuentra ayudando a empresas privadas, algunas de las cuales están abusando de los mecanismos generados y, sin embargo, se le ha comunicado a los dirigentes sindicales de ENAP que el Estado no hará aporte alguno para mantener a la estatal, siendo ésta una empresa estratégica para el desarrollo del país, lo que hace más incomprensible esta medida. “Sólo en mi distrito, más de 1.500 trabajadores subcontratistas dependen de ENAP, y ENAP depende de ellos. Si los despiden, ¿cómo se manejará la empresa? esa es la gran pregunta que deben responder los talentos de los 500 millones.” declaró Romero.
“Llegó el tiempo de que mi presidente, Sebastián Piñera, se ponga los pantalones y solicite la renuncia de la presidenta de ENAP, que aparte de los conflictos de interés manifiestos que presenta, ha dado muestras de no estar capacitada para dirigir la refinería estatal” agregó.