En su afán de colonizar Marte, el excéntrico empresario sudafricano ligado a la ciencia y la tecnología, propone bombardear dicho planeta con bombas nucleares.
Su idea persigue liberar CO2 en la atmósfera, aumentar la temperatura del planeta rojo, vaporizar el agua de los polos y así hacerlo habitable para la especie humana.
Sin embargo, su proyecto no podría ser llevado a cabo todavía, ya que investigaciones de las Universidades de Colorado y Arizona del Norte aseguran que en la Tierra aún no existe dicha tecnología.