Tras dos años de financiamiento a través del FNDR del Gobierno Regional, el innovador proyecto para anticipar brotes virales y mapear el consumo de drogas en las comunas tiene un nuevo desafío: asegurar su continuidad mediante alianzas con instituciones públicas y privadas, manteniendo a Biobío a la vanguardia en sistemas de alerta sanitaria.
En un escenario global marcado por la alerta de la viruela del mono, la Región del Biobío cuenta con una notable ventaja comparativa para anticipar y prevenir brotes virales, incluso antes de que los contagiados manifiesten sus primeros síntomas. Este avance se debe a la implementación del Centro de Vigilancia de Aguas Residuales Centinela Biobío, una iniciativa pionera que entrega información clave para la toma de decisiones sanitarias oportunas.
Durante los últimos dos años, el equipo inauguró un laboratorio especializado y adquirió tecnología que les permitió tomar 6.455 muestras de aguas residuales en 30 comunas de la región. Este esfuerzo resultó en la identificación de 20 patógenos, 14 tipos de drogas y 3 genes de resistencia a antibióticos, situando a la Región del Biobío a la vanguardia de la red de alertas tempranas basadas en el análisis de aguas residuales. Este logro convirtió a la región en el tercer centro de Latinoamérica en ser admitido en la Red Internacional de Laboratorios de Aguas Residuales.
Esas fueron algunas de las cifras y aportes que presentaron este viernes 23 de agosto en la ceremonia de cierre del proyecto, al menos en la fase de financiamiento a través de un FNDR. En la instancia participaron el gobernador regional Rodrigo Díaz, la consejera regional Javiera Vargas, representantes de la Seremi de Salud, la PDI, Senda y por supuesto, de los dueños de casa, la UCSC, entre otros.
En la oportunidad, el Dr. Matías Hepp, director de Centinela Biobío, subrayó la importancia del sistema de alerta temprana para enfrentar una nueva pandemia o determinar la resistencia a antibióticos, una de las grandes preocupaciones sanitarias del siglo XXI. «Hemos trabajado de la mano con la Seremi de Salud, que nos ha hecho requerimientos específicos. Así, pudimos prepararnos para detectar, por ejemplo, la viruela del mono antes que la OMS decretara la alerta internacional», precisó Hepp.
Este proyecto también ha abierto caminos para mapear el consumo de drogas por comuna, facilitando, por ejemplo, la creación de planes preventivos y nuevas estrategias de Senda y la PDI. Un ejemplo significativo es el análisis del consumo de “Tusi”, una sustancia compuesta principalmente de Ketamina. “Si bien partió de manera estacional, hoy registra presencia constante, detrás de la marihuana y cocaína”, explicó Andressa Reis, directora alterna del proyecto. Asimismo, advirtió que dos comunas concentran la mitad del consumo regional, una información crucial para la planificación de intervenciones.
Continuidad necesaria
Antonio Brante, Vicerrector de Investigación y Posgrados de la UCSC, destacó la importancia estratégica de Centinela Biobío no solo para la universidad, sino para toda la región. «Este es uno de los proyectos más importantes que tenemos en la universidad, ya que combina varios elementos esenciales en su desarrollo. Por un lado, aprovechamos al máximo nuestra capacidad académica, de investigación e infraestructura. Por otro, trabajamos en estrecha colaboración con el sector público y el sector privado», señaló Brante.
También enfatizó la necesidad de buscar nuevas fuentes de financiamiento tras la finalización del FNDR, con el fin de asegurar la continuidad del proyecto. «Nuestro objetivo es seguir avanzando con esta iniciativa y garantizar su sostenibilidad en el tiempo, buscando los medios de financiamiento necesarios. Aspiramos a que este esfuerzo desemboque en una política pública tanto a nivel regional como nacional», agregó.
Andrea Gutiérrez, encargada de epidemiología de la Seremi de Salud, valoró el rol que Centinela Biobío ha desempeñado en la vigilancia epidemiológica en la región. «Ha sido un proyecto muy positivo para nosotros. Nos ayudó a partir de la pandemia con insumos bastante importantes y nos sigue orientando en apoyar y en mejorar nuestros informes, nuestra vigilancia epidemiológica. Esto va a ser un insumo bastante relevante para apoyar la vigilancia y enriquecer los informes que nosotros tenemos, así como las alertas próximas que tenemos que dar tanto a la comunidad general como a la comunidad clínica», comentó.
Finalmente, el gobernador regional, Rodrigo Díaz, subrayó que Centinela Biobío es un ejemplo de las iniciativas que el Gobierno Regional busca apoyar: «Este es un proyecto que representa bien lo que buscamos como Gobierno Regional: iniciativas que apuntan a la vanguardia científica en beneficio de la calidad de vida de los habitantes de nuestra región. En estos dos años, Centinela Biobío ha hecho aportes significativos, y la idea es que en poco tiempo su trabajo sea un insumo que esté presente en todas las decisiones y estrategias de la autoridad sanitaria. Estamos convencidos de que esta iniciativa nacida acá, con los científicos de la UCSC, puede exportarse a otras regiones y conformar una red más grande».