En una jornada marcada por la emoción y el reconocimiento al esfuerzo, el programa Energía para Emprendedores, impulsado por el Centro de Emprendimiento de Colbún, finalizó su versión en Coronel con la premiación a 10 participantes de la comuna, tras un proceso formativo que combinó capacitación, acompañamiento y un fuerte sentido de comunidad.
El cierre del programa estuvo marcado por cifras que reflejan su intensidad. Más de 200 personas postularon, 31 participantes completaron el proceso formativo y 10 de ellos recibieron premios en efectivo de un millón de pesos cada uno, además de apoyos adicionales como asesorías especializadas y un reconocimiento especial al crecimiento sostenido de una de las participantes.
Para Marcelo Díaz Bowen, director ejecutivo del Centro de Emprendimiento de Colbún, el término del programa representa una forma especialmente significativa de cerrar el año. “Fueron 33 horas de trabajo muy intensas, dos veces por semana, y se generó una comunidad muy cohesionada”, señaló, junto con destacar que cinco emprendimientos accederán a asesorías durante todo el próximo año y que el interés de los propios participantes ya proyecta nuevos desafíos para 2026. “Cerramos el año felices, habiendo apoyado a cientos de emprendedores, y con la energía puesta en lo que viene”, sostuvo.
En esa misma línea, Gonzalo González, especialista senior en Comunidades de Colbún, subrayó que el programa ha ido evolucionando en el tiempo, adaptándose a los cambios del ecosistema emprendedor local. A su juicio, uno de los principales valores de esta versión fue constatar cómo la interacción entre los propios participantes permitió fortalecer vínculos y generar aprendizajes compartidos. “Nos damos cuenta de cómo esta sinergia entre emprendedores logra formar comunidades”, indicó, recalcando que, más allá de los premios, todos quienes llegaron al final del proceso se llevan herramientas que impactarán directamente en su desarrollo futuro.
Ganar más allá del premio
Esa dimensión más humana y emocional fue especialmente visible en los testimonios de quienes participaron. Macarena Sanzana, fundadora de Castillo Sansana Arquitectura y una de las ganadoras, reconoció que el resultado la tomó por sorpresa. Dijo que, más allá del premio, el proceso significó un cambio profundo en su mirada y en sus proyecciones. “Todo fue cambiando desde que llegamos hasta el final. Estoy muy agradecida por esta oportunidad y por la confianza que se nos entregó”, expresó, destacando además el impacto que su emprendimiento busca generar en pymes y familias de Coronel y la región del Biobío.
Desde una vereda aún más íntima, Marcela Febrero, creadora de Nativa Botica, habló del programa como un punto de inflexión personal. Visiblemente emocionada, sostuvo que el reconocimiento fue “el impulso que necesitaba para creer un poco más en mí”, especialmente en un trabajo vinculado a la salud mental y a alternativas naturales para el bienestar físico. “Sentí que este premio fue el empujón que necesitaba para seguir creciendo”, afirmó.
Una reflexión similar compartió Patricia Baquedano, fundadora de Artesanías Kura Kurü, quien subrayó que su motivación inicial nunca fue el premio. “Participé para aprender, para crecer. Fui muy persistente con los profesores porque quería salir mejor preparada”, señaló. Hoy, más allá del resultado final, aseguró sentirse ganadora por el aprendizaje acumulado durante el proceso.
Desde la organización del programa, Álvaro Lagos, coordinador de Incubación del Centro de Emprendimiento de Colbún, destacó que uno de los mayores desafíos hacia adelante será sostener y mejorar este nivel de compromiso. “La asistencia fue cercana al 100%, lo que nos impone una gran responsabilidad”, indicó, subrayando la importancia de seguir motivando a los emprendedores a completar el proceso y a reconocer el valor que este tipo de instancias tiene tanto para sus negocios como para su desarrollo personal y profesional.
El cierre del programa dejó así algo más que cifras y premios: una comunidad fortalecida, historias de superación y una motivación renovada que ya comienza a proyectarse hacia el próximo año.
