Abogada de la denunciante habló sobre las secuelas psicológicas que ha sufrido su representada.
Detalló que “le bajaron un poco una de las dosis de que tenía pastillas, pero hay días que, evidentemente, no está bien. O sea, no está estable”, advirtió.
Santibáñez reveló que si bien ella está “con ganas de vivir”, sigue “luchando en muchas ocasiones con tener estas ideaciones suicidas”.
En ese sentido, apuntó a dos situaciones que agravaron su afectación: la ocasión en que una compañera de trabajo, la periodista Ilse Sepúlveda, fue a su casa y le habría realizado “amenazas veladas” y cuando efectivos policiales intentaron tomar contacto con ella en su edificio.
“Ambas situaciones generaron en ella una afectación tremenda. Y de hecho incluso le dice a una persona que está ahí, que es amigo del papá, junto con su papá que se quiere suicidar ahí. Y le pide al papá que se suicide con ella. Esto es lo que ocasionan estas dos cuestiones”, relató la abogada.
En el mismo marco, Santibáñez lamentó que a su representada la encontró “completamente desamparada”.
Estaba “buscándose por sus propios medios poder tener representación jurídica y poder acceder a psicólogos, psiquiatras… Que no es lo que uno espera de, sobre todo, de ningún lugar donde yo trabaje”, cuestionó la jurista.